Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 11, 18-34

18 Pero tres días después murió el rey Tolomeo y los que estaban en
sus plazas fuertes perecieron a manos de los que las habitaban.

19 Demetrio comenzó a reinar el año 167.

20 Por aquellos días juntó Jonatán a los de Judea para atacar la
Ciudadela de Jerusalén y levantó contra ella muchos ingenios de guerra.

21 Entonces algunos rebeldes que odiaban a su nación acudieron al
rey a anunciarle que Jonatán tenía puesto cerco a la Ciudadela.

22 La noticia le irritó, y nada más oírla, se puso en marcha y vino a
Tolemaida. Escribió a Jonatán que cesara en el cerco y que viniera a verle
lo antes posible a Tolemaida para entrevistarse con él.


23 Al enterarse, ordenó Jonatán que se siguiese el cerco, eligió
ancianos de Israel y sacerdotes y se expuso a sí mismo al peligro.

24 Tomando plata, oro, vestidos y otros presentes en gran cantidad,
partió a verse con el rey en Tolemaida y halló gracia ante él.

25 Algunos sin ley de la nación le acusaron,

26 pero el rey le trató como le habían tratado sus predecesores y le
honró en presencia de todos sus amigos.

27 Le confirmó en el sumo sacerdocio y en todos los honores que
antes tenía, e hizo que se le contara entre sus primeros amigos.

28 Jonatán pidió al rey que dejara libres de impuesto a Judea y a los
tres distritos de Samaría, a cambio de trescientos talentos que le prometía.

29 Accedió el rey y escribió a Jonatán una carta sobre todos estos
puntos redactada de la forma siguiente:

30 «El rey Demetrio saluda a su hermano Jonatán y a la nación de los
judíos.

31 Os escribimos también a vosotros una copia de la carta que sobre
vosotros hemos escrito a nuestro pariente Lástenes para que la conozcáis:

32 El rey Demetrio saluda a su padre Lástenes.

33 Por sus buenas disposiciones hacia nosotros hemos decidido
conceder favores a la nación de los judíos, que son amigos nuestros
y
observan lo que es justo con nosotros.

34 Les confirmamos la posesión del territorio de Judea y de los tres
distritos de Aferema, Lidda y Ramatáyim que han sido desprendidos de
Galilea y agregados a Judea con todas sus dependencias en favor de los que
sacrifican en Jerusalén, a cambio de los derechos reales que el rey percibía
de ellos antes cada año por los productos de la tierra y el fruto
de los
árboles.